Eller

Heino Eller (1887-1970). Fue uno de los pioneros de la música contemporánea de Estonia y fundador de la escuela de composición Tartu (segunda ciudad de Estonia después de Tallín) muy influyente en la primera mitad del siglo XX. Fue sobre todo un compositor de música instrumental con cerca de 40 obras para orquesta y más de 200 para piano y, habiendo estudiado violín, escribió más de 30 obras para este instrumento. La mayor parte de su música de orquesta se compone de piezas cortas que reflejan escenas de la naturaleza y de los estados de ánimo.

Su música, de forma cronológica, abarca composiciones centradas en obras para piano y piezas orquestales breves, de estilo lírico y romántico (influencias de Chopin, Grieg, Rachmaninov, Scriabin y Sibelius); con rasgos impresionistas y expresionistas. Evoluciona usando de forma magistral la armonía modal y la textura rica en detalles. Pero sobre todo es la música popular de Estonia el elemento presente desde el principio, más acentuado al final, que da una característica particular a la música de Eller al fundirse con las tradiciones clásicas, románticas y modernistas.

Comenzó su carrera musical a los 12 años con el violín. En 1907, entró en la clase de violín del Conservatorio de San Petersburgo pero tuvo que abandonarlo al lastimarse por estudiar demasiado. Entre 1908-1911, Eller estudió derecho pero luego volvió a su vocación entrando en el departamento de composición del Conservatorio de San Petersburgo en 1913. Ahí conoció a su futura esposa, Anna Kremer, que estudiaba piano y quien lo introdujo en el repertorio pianístico.

Durante la Primera Guerra Mundial, Eller sirvió un tiempo en una orquesta militar y en 1920 concluyó sus estudios musicales. De 1920 a 1940 fue miembro de la Escuela Superior de Música de Tartu, donde sentó las bases para la escuela de composición de Tartu muy influyente en la música de Estonia en la primera mitad del siglo XX. La escuela de Tartu, más dinámica y abierta a occidente destacó frente al academicismo imperante en Tallín.

Desde 1940 hasta su muerte, Eller fue profesor de composición en el Conservatorio de Tallín (Arvo Pärt fue alumno suyo). Su esposa, Anna Kremer, fue asesinada por los nazis en 1942.

En 1948 Eller estuvo afectado por el decreto Zhdánov elaborado por el secretario del partido comunista de la URSS, del mismo nombre. Aunque formalmente este decreto se dirigía contra una ópera fue el comienzo de una campaña de críticas y descalificaciones contra muchos compositores soviéticos, entre ellos Shostakóvich, Prokófiev y Khachaturian. Ese mismo año varios de los criticados fueron exhortados a formular arrepentimientos públicos y posteriormente rehabilitados en 1958, en pleno proceso de desestalinización. En concreto, la música de Eller al ser considerada demasiado nórdica causaba recelos entre los dirigentes soviéticos que sobrellevo introduciendo más elementos populares de Estonia en su música.

Las composiciones que más me han gustado:
  • 28 Preludios (1914-1934). Fueron un laboratorio de pruebas que Eller usó para ensayar técnicas de composición más modernas.
  • Libro 1, estilo último romántico.
  • Preludio nº 5 en do sostenido menor. Con influencia clara de Scriabin. Es la pieza que más me ha gustado. Primero unos pasajes que ascienden vertiginosamente dan paso a un bajo apasionado con tresillos, con frases ligeramente más largas hasta llegar a la recapitulación final que explota.
  • Preludio nº 3 en Si bemol menor. Preciosa melodía, introducida con acordes, luego una mano izquierda alocada hasta llegar al clímax.
  • Preludio nº 1 en si menor. Empieza con una melodía que desciende titubeando, de forma cromática y transmite una enorme angustia.
  • Preludio en sol menor.
  • Preludio nº 4 en do sostenido menor. De inspiración lírica.
  • Del libro 2, Preludio nº 4 en Sol bemol.
  • Las Campanas. Está compuesto en recuerdo de las campanas de la iglesia de San Pablo de Tartu. Las campanas estaban afinadas en sol bemol y mi bemol, un intervalo que usa en la pieza. Es una pieza famosa porque es de las pocas que fue impresa, en 1930.
  • Tocata en si menor. Es una de las piezas maestras de Eller, muy innovadora.
  • Furioso. 1914. Una época en la que Eller quiso emular al piano romático, desde Chopin a Listz, Scriabin y Rachmaninov. Aunque no es una obra muy original, está muy bien elaborada y es un desafío interpretarla.
  • 12 Bagatelas para piano.